Los lineamientos éticos aprobados el domingo por unanimidad por el Consejo Nacional de Morenia, derivados de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum, consideran como conductas contrarias al partido la participación en campañas de desprestigio en contra de otros militantes, así como la presentación de denuncias sin sustento ante las instancias del instituto político.
El tercer apartado del documento, titulado “Respeto e igualdad entre la militancia”, señala que el partido se construye “desde la unidad, el respeto mutuo, la crítica fraterna y la solidaridad entre compañeras y compañeros”.
“La transformación del país exige un movimiento cohesionado en el que prevalezca el diálogo, la responsabilidad colectiva y el compromiso con los principios éticos de nuestro movimiento. Las personas militantes, representantes o aspirantes a encargos directivos o de elección popular por morena deben rechazar toda forma de descrédito, denostación, difamación, violencia política de género o deslealtad hacia otras personas militantes o simpatizantes”, dice.
Por lo tanto, considera como “conductas contrarias a los principios del Movimiento” el ejercicio de cualquier forma de violencia , así como emitir declaraciones públicas “que desacrediten a otras personas militantes o las decisiones colectivas del movimiento sin agotar previamente las instancias internas del partido”.
